10/03/2010

Tradición a la moda




Yo puedo hablar de sentir envidia de la buena. Imagínate, estoy sentada en Cartagena, Colombia, en un congreso académico sobre la moda (ya eso es bastante razón para envidiar a los colombianos) y, de pronto, me percato de que prácticamente todos los asistentes llevan una especie de morrales tejidos en tonalidades variadas, pero muy parecidos entre sí. Esos bolsos los he visto antes en los mercados del centro de esa hermosa ciudad pero, mientras más pasa el tiempo, me doy cuenta de que lejos de ser un accesorio para turistas, son los personajes de la moda de ese país los que las llevan colgadas de día y de noche, orgullosos de lo que llaman sus “mochilas”.

Como es de esperarse, empiezo a tomar fotos para compartirlas contigo y a preguntar cómo es que los nacionales usan algo de su artesanía como si fuera lo último de la moda. Entonces comienzan las respuestas. “Lina”, dicen algunos, “la esposa del expresidentes Uribe, las puso de moda”. Parece que esa exprimera dama tenía entre sus sueños apoyar las artesanías colombianas (¿no te he contagiado mi envidia?) y lo logró. La iniciativa, muy original por cierto, consistió en mandar a intervenir las tradicionales mochilas Wayúu, por las diestras manos de los mejores diseñadores internacionales, después de lo cual, se presentaron las fabulosas creaciones nada menos que en Milán. La diseñadora colombiana Silvia Tcherassi no dejó pasar la oportunidad de hacer sus propias intervenciones que transformaron velozmente esas mochilas en algo chic y deseable (ver foto arriba). Otros tantos talentos nacionales, como Marta Arredondo (www.martaarredondo.com) y Claudia Blanchard (www.tiendafranciscoelhombre.com), se han tomado como causa continuar reforzando la tradición del trabajo en crochet con hilo de algodón (técnica a gancho introducida por los misioneros católicos) de la comunidad indígena Wayúu en la Guajira, región del Caribe colombiano.

Pilar Luna, la Directora Editorial de INFASHION Colombia, asegura que las mochilas ya se han instalado como un accesorio chic. Pero semejante moda no sería tan envidiable si no tuviera, adicionalmente, un apoyo para el trabajo de esa tradición Wayúu, pagando un precio justo. Cada mochila, que lleva al menos 20 días de trabajo, es tejida por una sola mujer, que se inspira en su propia percepción de la naturaleza para crear cada pieza, única e irrepetible. “Al principio, cada artesana le ponía un precio a su trabajo, pero como ellas no siguen un horario riguroso, resultaba difícil que tanto ellas como nosotros llegáramos a un acuerdo respecto al costo de su mochila”, comenta Blanchard. “Fue entonces que creamos una cooperativa que les asegurara una ganancia justa e igual para todas las tejedoras de la comunidad”. Pero no todo ha sido miel sobre hojuelas en el proceso. Las artesanas no estaban acostumbradas a que una persona dirigiera sus diseños. “Me costó mucho trabajo que aceptaran hacer otro colorido menos estridente”, agrega la diseñadora de Francisco el hombre, “poco a poco les hemos demostrado que sus mochilas pueden verse lindas y venderse mejor si hacemos otras figuras y tonalidades en sus tejidos”.  Así es como algunas marcas han logrado que cada casta produzca, además de los tejidos tradicionales de su tribu, otras tantas figuras y tonalidades, de manera que su labor sea sustentable. Como resultado, los diseños de las mochilas van desde las clásicas hasta las sofisticadas, todas ellas con rasgos distinguibles de la artesanía colombiana.

A esto le llamo hacer limonada cuando lo que hay son limones. Si tú estás experimentando un poco de envidia de la buena, como la mía, tal vez puedas ayudarme a hacer algo por el estilo en nuestro México, que tiene tantas y tan maravillosas artesanías, prendas y bolsas tradicionales.

Fotos: (1) Mochilas de Silvia Tcherassi. (2) La diseñadora Amelia Toro luciendo una mochila tradicional de su país. (3) La diseñadora de mochilas Wayúu, Marta Arredondo. (4) Mochila en exposición en el congreso Académico Ixel Moda, en Cartagena, Colombia. (5) Mochila de una de las periodistas en Ixel Moda. (6) Una de las asistentes al congreso mostrando su mochila. (7) Mochila con cristales de Swarovski, de Silvia Tcherassi.

Más sobre la tradición de las mochilas Wayúu en:
http://mochilas-waleker.blogspot.com/2008/06/un-poco-de-historia-sobre-el-tejido.html


2 comentarios:

Alberto F. Villar dijo...

Hola lucy:
En mi servicio social estuve trabajando con un grupo de mujeres de una comunidad en el Edo. de México.
Su idea era hacer una reinterpretación de sus tradiciones (lamentablemente ya casi olvidadas, inclusive entre ellas) y generar productos artesanales adaptados a una estética más contemporánea. Era un proyecto muy interesante y ya habían logrado el patrocinio de una importante marca de cosméticos.

Ojalá más comunidades fueran orientadas para que poder competir en el mercado.

Saludos y besos.

Alberto F. Villar

Alberto F. Villar dijo...

Hola lucy:

En mi servicio social estuve trabajando con un grupo de mujeres de una comunidad en el Edo. de México.

Su idea era hacer una reinterpretación de sus tradiciones (lamentablemente ya casi olvidadas, inclusive entre ellas) y generar productos artesanales adaptados a una estética más contemporánea. Era un proyecto muy interesante y ya habían logrado el patrocinio de una importante marca de cosméticos.

Ojalá más comunidades fueran orientadas para que poder competir en el mercado.

Saludos y besos.

Alberto