12/28/2011

Usar medias de red




Cuando algo está catalogado vulgar o lleva un peso sexual como parte de su esencia, es difícil que la gente reaccione bien ante ese objeto o concepto. El estampado de animal, por ejemplo, requiere de una persona muy elegante y distinguida para no verse corriente. Las medias de red, que vimos por años solo en las mujeres de dudosa reputación, corren con la misma suerte.
Irónicamente, yo veo que hombres y mujeres se fascinan ante las medias de red, pero muy pocas de nosotras nos atrevemos a usarlas. “No todo el mundo las sabe llevar”, me dijo el otro día el coordinador de moda de Marie Claire, Jorge Estrada. Lo cual es cierto. Por ello, aquí te van las reglas para ponértelas y gozarlas, sin malas interpretaciones:
1.- Las medias de red tienen suficiente textura y son muy llamativas, por lo que no se deben coordinar con ropa estampada.
2.- Deben llevarse sólo si tus piernas son delgadas.
3.- Elígelas en colores oscuros.
4.- Úsalas con faldas ligeramente arriba o abajo de la rodilla, no con mini faldas.
5.- No las utilices rotas a menos de que quieras un look dark.
6.- Combinarlas con zapatos o botines altos, no con botas.
7.- Para robarte las miradas de los caballeros, ponte las medias con calzado de tacón decididamente femenino.

LaBeauty: Rénergie Yeux Multiple Lift de Lancôme.




La industria de la belleza no sólo basa su éxito en sus avances tecnológicos, sino también en sus originales ideas. Se trata de lanzar novedades que a muchas de nosotras nos sorprenden y que adoptamos encantadas porque, en el fondo, nos hacían falta.
Ese es el caso de este tratamiento doble para ojos, cuya fórmula blanca utiliza el complejo GF-Volumetry que reduce las arrugas y reafirma la piel de la zona de alrededor de los ojos. Sin embargo, es la crema color carne en el compartimento superior, que sirve como corrector, reductor y desinflamante, la que verdaderamente hace la diferencia, pues puede usarse como cosmético y, a la vez, mejora la apariencia de la tez y le brinda luminosidad a la mirada.
Por si todo eso fuera poco, es una crema que dura y no cuesta tanto, por lo que en precio eficiencia se convierte en una fuerte rival para los tratamientos de otras marcas en el mercado. 

12/18/2011

Ante la duda…



Siempre me sorprende el margen de error en la interpretación de un código de vestimenta. Pero cuando el asistente a un evento no tiene ni una pista sobre la manera en que se supone debe arreglarse, los desastres se multiplican.
Ayer fui a una boda. La invitación decía: formal, lo cual, según los novios, expresaba el deseo de que las mujeres fueran de largo y los hombres de smoking o, por lo menos, de traje. Habría que haber especificado que se requería “etiqueta rigurosa” y aún así, ¿cuántas personas habrían tenido la curiosidad de descifrar el término y de respetar las reglas de los anfitriones? El resultado seguramente te lo imaginas: llegaron mujeres con mallas y botas, lo mismo que con vestiditos como para ir al antro. Algunas pocas fueron de largo y la mayoría iban vestidas como para asistir a un coctel.
Hace un par de semanas sucedió justo lo contrario: una amiga asistía a un gran evento en Inglaterra y la invitación pedía, una vez más, llevar vestimenta formal.  Ella, desde luego, no estaba del todo segura de si debía ponerse vestido largo o corto y vino a consultarme. Mi consejo fue que llevara un atuendo francamente de noche, pero no largo. “Para ir de largo debe especificar back tie”, le dije. “Todas las que vayan de largo lucirán fuera de lugar y pondrán en evidencia que no salen a eventos lo suficiente.” A su regreso el reporte fue positivo: un par de despistadas fueron de vestidos largos, pero la mayoría, incluyendo a mi amiga, se sintieron ciudadanas del planeta gracias a su adecuado atuendo.
La Real Academia Española plantea, cuando se tiene la duda de poner una palabra con mayúscula o minúscula, optar por la minúscula. Bueno pues, la misma regla impera bajo los códigos de vestimenta confusos. Ante la duda, el vestido corto es mucho mejor opción que el largo.

12/09/2011

Creáre, para el talento mexicano


Zapato ganador en la categoría de estudiantes.


Cinco años lleva invertidos Anna Fusoni en el concurso Creáre, que se ha dado a la tarea de encontrar talento nacional para impulsarlo. Los estímulos no sólo están basados en los premios materiales, sino en el apoyo y la experiencia que la industria brindará a los ganadores año con año.
El lugar: León, Guanajuato. La zona industrial del estado que produce calzado y marroquinería, a nivel masivo lo mismo que con calidad de exportación, lo que nos colocó en un sitio privilegiado hace unos años y complicado en la actualidad, debido a la importación de productos chinos a bajo precio.
Creáre tiene, entonces, una misión: encontrar el eslabón perdido entre el diseño y el negocio. El cuero es la materia prima y los estudiantes tanto como los profesionales que trabajan con él, se convierten en un caldo de cultivo que podría ver nacer al Jimmy Choo mexicano o, cuando menos, al Nine West nacional.
La convocatoria para este concurso se publica a comienzos del año y cuando éste está por terminar, un panel de jueces es llevado hasta León para determinar los diseños que son dignos de competir y, finalmente, de lograr el triunfo.
Las bases del concurso son establecidas puntualmente y deben ser respetadas al pie de la letra. No obstante, para mi sorpresa, los estudiantes entendieron y aplicaron mejor los criterios que los llamados “profesionales”. Esto hizo que los jueces comentáramos nuestro desconcierto y remarcar irónicamente que ese patrón nos demostraba el triste presente que vivimos hoy, pero nos hacía tener esperanzas sobre el talento que está en plena preparación, en las universidades, y que, esperamos, terminará brillando como diamante bien facetado.
Nada me haría más feliz que poder calzarme unos zapatos o llevar una bolsa de estos ganadores. Pero para que ese milagro suceda, necesitamos que los industriales reconozcan la necesidad del diseño propio, original y con valor comercial que enamore al mercado nacional e internacional. Basta de hacer zapatos burdos para vender en el centro de las grandes ciudades. Dejen de copiar modelos que funcionen para las marcas internacionales. Valoren la calidad y la estética por igual. Sólo miren los pies de las jóvenes y descubran que lo que han estado haciendo por años no está de moda y no es en absoluo competitivo.
Mis felicitaciones a los ganadores. Mi doble reconocimiento a los estudiantes que fueron distinguidos con un galardón. Pero no se duerman en sus laureles. Ustedes nos dieron una lección importante: la excelencia tiene que ver con la auto-exigencia. Lo que nos lleva a pensar en Fusoni y su gran trabajo en Creáre. Me quito el sombrero, Anna, espero que este concurso guarde grandes satisfacciones para ti y las personas que te han apoyado con esta gran iniciativa.