8/27/2010

El sexto pecado capital



La envidia no produce. Esa es una de mis conclusiones después de reunirme con otros profesionales de la industria y descubrir que el que sobresale, es blanco de críticas u obstáculos que colocan sus enemigos y recibe muy poco, si no es que nada, de apoyo.


El envidioso ataca, inventa historias, resiente el éxito del otro. Mientras que el envidiado pierde gran cantidad de su energía defendiéndose, desafiando a la crítica, esquivando los golpes. Esa es la realidad mexicana. El ejemplo que puso Ofelia Murrieta, durante la mesa redonda de la Universidad Iberoamericana, es un clásico: “He escuchado de mil iniciativas, incluso cartas al Presidente, para evitar que la marca Pineda Covalín utilice diseños mexicanos para su mercancía”, dijo contundente la diseñadora de una hermosa línea de joyería en plata. “Porque nosotros no podemos soportar el triunfo de otro mexicano”.


Esa misma noche escuchaba comentarios similares sobre la recién estrenada Miss Universo. Que era fea, que tenía al narcotráfico detrás de su corona, que había muchas más bonitas que ella, se decía. Francamente no conozco demasiado a Jimena Navarrete, pero yo podría afirmar que se ve muy linda en las fotos. Sin embargo, hasta ese comentario encontró adversarios: “Es sólo fotogénica”, afirmaron a mi alrededor los que la vieron ganar. Todo se ha dicho, menos que sentimos orgullo de que hayan calificado a una de nuestras mujeres como la más bella del planeta.  


Lo irónico de ese lastimoso pecado es que nadie gana y todos pierden. Para colmo, el envidioso sufre terriblemente, no puede conciliar el sueño y se atormenta imaginando historias felices que adjudica al que tiene o sabe hacer algo que él, se siente incapaz de lograr. Todo eso lleva mucho tiempo, tiempo perdido que podría emplearse para producir o cuando menos intentarlo.


Sé muy bien que en ese ojo del huracán se encuentran personas que yo admiro y respeto. Desde luego Cristina y Ricardo (de Pineda Covalín), pero ahí también están diseñadores como Daniel Espinosa, Jesús Ibarra y Bertholdo, editores como Sara Galindo o fotógrafos como Iván Aguirre. Ellos, como cientos de mexicanos productivos, merecen trabajar en paz y si el triunfo les ha sonreído, es porque tienen talento y se han dedicado a perfeccionarlo. No sé ustedes, pero yo hago una reverencia para ellos y muchos otros que están haciendo algo por la moda en México. Desearía poderles hacer un segundo piso para que circulen sin dificultad y ahí, en las alturas, que es donde están, puedan poner el nombre de nuestro país.


Yo me hago a un lado para que construyan su carrera libremente. ¿Lo harías tú?

11 comentarios:

Unknown dijo...

Es triste darnos cuenta que la moda en México no ha podido evolucionar lo suficiente, como para ser parte de los países ejes que ejercen un parte aguas como íconos de moda. ¿A qué se debe? Muchos factores son los que evitan este crecimiento. Iniciaré con decir, que en algunas escuelas dedicadas a formar a los próximos diseñadores, no dedican tiempo a que los estudiantes desarrollen al máximo su creatividad y los "inician" como buenos "copiadores" al decirles que hagan el dibujo basándose en una foto de alguna revista. De ahí, llegan a los primeros desfiles, que organiza la escuela, el diseñador trata de proyectar su estilo y los directores, que piensan que tienen más experiencia, inician haciendo algunos cambios y transformaciones en sus colecciones según el gusto del director, por segunda ocasión, algunos se enfrentan al "STOP" de su creatividad.

Unknown dijo...

Con el paso del tiempo, si llegan a poner su local, los clientes llegan con la foto de la revista donde hay un vestido de Carolina Herrera y desean que así lo haga el diseñador, sin importar que están frente a una mente creativa, que puede decir si el modelo le queda o no a su silueta. Algunos, llegan a hacer el vestido, lo que origina que le lleguen más clientas con copias y pocas que realmente escuchen su punto de vista. Aunado a esto, el lidiar con la clienta que te regatea y te diga que la costurera de su mamá le hace el vestido por doscientos pesos, te hace pensar, que debes educar al cliente y hacerle saber qué es un diseñador de modas.

Unknown dijo...

Hay otros diseñadores que trabajan en empresas transnacionales o nacionales en el departamento de diseño de modas y lo único que hacen es copiar y tratar de cambiar algunos gráficos en ropa que el departamento de compras ha traído desde diferentes puntos del planeta. ¿por qué no desarrollar colecciones ad hoc al consumidor Mexicano, utilizando los conocimientos de esos diseñadores que tienen ahí? Ellos mejor que nadie saben sobre: tendencias, siluetas, colores y son ellos quienes deben hacer su check list para que los compradores sean los que busquen lo que el diseñador pide.

Otro grupo de diseñadores, que tienen gran creatividad, talento y que podrían desarrollar colecciones extraordinarias, no cuentan con un capital para dar a conocer sus creaciones y en las semanas de la moda que hay en México, les es imposible presentarse por lo caro que resulta el participar ahí.

Unos corren con mucha suerte, pues tienen el poder económico y en algunos casos carecen de talento, pero tienen grandes conexiones que los ayudan a crecer en el mundo de la moda, sin que aporten algo bueno a ella.

Otros más, no ven más allá de dar clases. No saben que pueden trabajar como diseñadores textiles creando estampados para ropa y sábanas, especializarse en la Fotografía, trabajar en revistas, trabajar en publicidad en moda, hacer campañas de marketing, trabajar en vestuario, en producciones de películas, hacer la imagen corporativa de empresas, diseñar uniformes empresariales, ser cazadores de tendencias, consultores en desarrollar marcas, etc…

Algunos, prefieren ir a probar suerte en el extranjero y ahí triunfan. Regresan después de tiempo a México y abren su boutique con grandes ventas.

Muchos diseñadores han visto, que la renta de un local no es fácil y menos en esta economía de cuerda floja.

Entonces, ¿cómo consumir moda mexicana? Una vez escuché una frase que dice: “LA UNIÓN HACE LA FUERZA” y me hace pensar que para que logremos crecer en la moda, debemos unir nuestro talento al de otro y formar pequeños lugares de ropa Mexicana. Así, entre dos o tres, se puede alquilar un espacio y juntos salir adelante. Hay países que lo hacen y les ha funcionado de maravilla. En lugar de buscar un lugar en un fashion week, los mismos socios arman su pequeño desfile y presentar a sus clientes, compradores, medios de comunicación, sus propuestas.

Estimular a las revistas para que den un paseo por diferentes puntos de la ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Aguascalientes, Pachuca etc y que busquen el talento que hay por todas las zonas del país y hagan sus artículos sobre las propuestas de estos diseñadores.

Por lo pronto sé que si quiero comprar un vestido de ceremonia, puedo ir con Alejandro Ponce, si quiero vestir más casual y juvenil puedo irme con Belinda Visag , que si quiero montar una puesta en escena puedo irme a VestuArte a que me hagan todos mis vestuarios. Todos ellos y muchos otros, son diseñadores Mexicanos que día a día crean moda. ¿Lo sabías? ¡Ahora lo sabes, Consume Moda Mexicana!

Unknown dijo...

Hay otros diseñadores que trabajan en empresas transnacionales o nacionales en el departamento de diseño de modas y lo único que hacen es copiar y tratar de cambiar algunos gráficos en ropa que el departamento de compras ha traído desde diferentes puntos del planeta. ¿por qué no desarrollar colecciones ad hoc al consumidor Mexicano, utilizando los conocimientos de esos diseñadores que tienen ahí? Ellos mejor que nadie saben sobre: tendencias, siluetas, colores y son ellos quienes deben hacer su check list para que los compradores sean los que busquen lo que el diseñador pide.

Unknown dijo...

Otro grupo de diseñadores, que tienen gran creatividad, talento y que podrían desarrollar colecciones extraordinarias, no cuentan con un capital para dar a conocer sus creaciones y en las semanas de la moda que hay en México, les es imposible presentarse por lo caro que resulta el participar ahí.

Unos corren con mucha suerte, pues tienen el poder económico y en algunos casos carecen de talento, pero tienen grandes conexiones que los ayudan a crecer en el mundo de la moda, sin que aporten algo bueno a ella.

Unknown dijo...

Unos corren con mucha suerte, pues tienen el poder económico y en algunos casos carecen de talento, pero tienen grandes conexiones que los ayudan a crecer en el mundo de la moda, sin que aporten algo bueno a ella.

Unknown dijo...

Otros más, no ven más allá de dar clases. No saben que pueden trabajar como diseñadores textiles creando estampados para ropa y sábanas, especializarse en la Fotografía, trabajar en revistas, trabajar en publicidad en moda, hacer campañas de marketing, trabajar en vestuario, en producciones de películas, hacer la imagen corporativa de empresas, diseñar uniformes empresariales, ser cazadores de tendencias, consultores en desarrollar marcas, etc…

Unknown dijo...

Algunos, prefieren ir a probar suerte en el extranjero y ahí triunfan. Regresan después de tiempo a México y abren su boutique con grandes ventas.

Muchos diseñadores han visto, que la renta de un local no es fácil y menos en esta economía de cuerda floja.

Unknown dijo...

Entonces, ¿cómo consumir moda mexicana? Una vez escuché una frase que dice: “LA UNIÓN HACE LA FUERZA” y me hace pensar que para que logremos crecer en la moda, debemos unir nuestro talento al de otro y formar pequeños lugares de ropa Mexicana. Así, entre dos o tres, se puede alquilar un espacio y juntos salir adelante. Hay países que lo hacen y les ha funcionado de maravilla. En lugar de buscar un lugar en un fashion week, los mismos socios arman su pequeño desfile y presentar a sus clientes, compradores, medios de comunicación, sus propuestas.

Unknown dijo...

Estimular a las revistas para que den un paseo por diferentes puntos de la ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Aguascalientes, Pachuca etc y que busquen el talento que hay por todas las zonas del país y hagan sus artículos sobre las propuestas de estos diseñadores.

Por lo pronto sé que si quiero comprar un vestido de ceremonia, puedo ir con Alejandro Ponce, si quiero vestir más casual y juvenil puedo irme con Belinda Visag , que si quiero montar una puesta en escena puedo irme a VestuArte a que me hagan todos mis vestuarios. Todos ellos y muchos otros, son diseñadores Mexicanos que día a día crean moda. ¿Lo sabías? ¡Ahora lo sabes, Consume Moda Mexicana!

Adri dijo...

En la industria de la moda sin duda la Envidia es el pecado mas grande que hace que muchos diseñadores no avancen, si marcas como Pineda Covalin, Dalia Pascal, Daniel Espinosa, Tanya Moss, Gustavo Helguera, Mauricio Serrano han hecho algo fuera del pais no ha sido solo suerte, ni apoyo de la industria en Mexico, mucho es apoyo por cualquier otro medio, y tocando puertas, pero que hace la Camara Nacional de la Indutria Textil? existe para regular que? porque no exite un apoyo real ni sustentable, por otra parte estan los artesanos, y aquellos diseñadores cuyas creaciones son unicas, pues es muy dificil la comercializacion de la misma en alguna cadena, donde pueden hacerme muchas cosas mas, ahi podrian crecer realmente,pero hay que buscar tambien la forma de hacerla accesible,y seguir el ejemplo de H&M quien invita un gran diseñador, para hacer una coleccion pequeña por trimestre teniendo una mejor exposicion de su marca.Hay mucho que hacer, pero no hay muchos medios para lo mismo,pese a lo que muchos piensen en Mexico seguimos teniendo un mercado tradicional, los fashioistas son una minoria, el grueso del mercado esta en las marcas accesibles o mas bien las no llamadas marcas, pero hay que unir el gremio, unificar no solo criterios, sino fits, para que la ropa tenga las mismas proporciones sin importar si es de uno o de otro, armar mas tiendas multimarcas nacionales porque no existen, por eso el exito de Pineda Covalin, quienes han buscado con productores nacionale, crear productos con identidad propia, en Mexico si hay productores para todos los medios, solo que la mano de obra comparada con lo de importacion es sumamente alta en costos, dejando menos utilidad, pero si empezamos una vez mas a hacer la diferencia los resultados seran sin duda eso que todos hemos buscado por años.