8/04/2010

Cuando Vogue se hacía en México

Mi carrera comenzó en Vogue. Fue totalmente uno de esos empujones que te da el destino para que llegues más rápido a tu verdadera vocación. Entonces yo creía que mi camino era el diseño de moda. Mi sueño era crear una colección de moda bridge (como del tipo de la de Carlo Demichelis) y hasta la fecha tengo la duda de si realmente tenía algún talento para ello.


El caso es que un día me encontré a una ex compañera de la carrera de Comunicación y ella me pidió que escribiera para un suplemento que se iba a lanzar en un periódico conocido. Acepté gustosa y después de mandarle algunas colaboraciones, ella me explicó que se había caído el proyecto, pero que había mandado mis textos al editor de Vogue y... así entré a la revista.

Vogue México –así la llamaban– era una licencia que formaba parte del emporio del periódico Novedades. Sus oficinas, en el edificio de dicho diario, se encontraban en la calle de Balderas, en pleno Centro. Había poco, si no es que nada, glamour en el piso que ocupaba la revista. El equipo lo componía un puñado de personas y, como entonces no se usaban mucho las computadoras, todos tenían máquinas de escribir, fotos en transparencias y letraset (tipografía autoadherible) para reportear, escribir o armar las páginas.

El editor de la revista, Noé Agudo, un periodista más intelectual y político que interesado en el mundo de la moda, planeaba mes con mes un contenido profundo que contrastaba con las páginas destinadas a la belleza, moda o sociedad.

El Departamento de Moda, dirigido por Héctor de Anda, comenzaba la difícil labor de apoyar el diseño nacional. En ese entonces había muy pocas marcas internacionales, por lo que las páginas de esa sección estaban llenas de ropa de tiendas departamentales y uno que otro talento mexicano cuyas creaciones destacaban en las fotos.

Vogue México era la biblia de la moda y la sociedad (hacía las veces de revistas como Caras o Gente). Todos queríamos ser parte de ese mundo y yo tuve la fortuna de estar en sus entrañas, lo cual agradeceré por siempre.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lucy, me encantó tu post sobre el trabajo que implica, pero no creo que sea tan bueno escribir sobre tus pasajes en el mundo editorial, quiero ver algo más INFASHION, donde nos des tus puntos de vista acerca de las colecciones del momento, grandes crónicas acerca de los más grandes estilistas, aunque comprendo y agradezco que hagas un espacio en tu ocupada y tan apretada agenda.
Gracias.
P.S espero no tomes a mal mi comentario.

ErichBen dijo...

Yo tengo algunas de esas VOGUE, ojala volviera ha hacerce vogue en mexico, teniendote a ti y a gente como tu.

Tres Octavos dijo...

Seria interesante nos dieras tu perspectiva de como paso de ser una revista como la cuentas, a la revista que es una copia retrasada de Vogue EUA y sin chiste de Eva.

Por cierto me encanta tu blog, y sigo tus post e incluso lo he recomendado con mis alumnos.