Zapato ganador en la categoría de estudiantes. |
Cinco años lleva invertidos Anna Fusoni en el concurso Creáre, que se ha dado a la tarea de encontrar talento nacional para impulsarlo. Los estímulos no sólo están basados en los premios materiales, sino en el apoyo y la experiencia que la industria brindará a los ganadores año con año.
El lugar: León, Guanajuato. La zona industrial del estado que produce calzado y marroquinería, a nivel masivo lo mismo que con calidad de exportación, lo que nos colocó en un sitio privilegiado hace unos años y complicado en la actualidad, debido a la importación de productos chinos a bajo precio.
Creáre tiene, entonces, una misión: encontrar el eslabón perdido entre el diseño y el negocio. El cuero es la materia prima y los estudiantes tanto como los profesionales que trabajan con él, se convierten en un caldo de cultivo que podría ver nacer al Jimmy Choo mexicano o, cuando menos, al Nine West nacional.
La convocatoria para este concurso se publica a comienzos del año y cuando éste está por terminar, un panel de jueces es llevado hasta León para determinar los diseños que son dignos de competir y, finalmente, de lograr el triunfo.
Las bases del concurso son establecidas puntualmente y deben ser respetadas al pie de la letra. No obstante, para mi sorpresa, los estudiantes entendieron y aplicaron mejor los criterios que los llamados “profesionales”. Esto hizo que los jueces comentáramos nuestro desconcierto y remarcar irónicamente que ese patrón nos demostraba el triste presente que vivimos hoy, pero nos hacía tener esperanzas sobre el talento que está en plena preparación, en las universidades, y que, esperamos, terminará brillando como diamante bien facetado.
Nada me haría más feliz que poder calzarme unos zapatos o llevar una bolsa de estos ganadores. Pero para que ese milagro suceda, necesitamos que los industriales reconozcan la necesidad del diseño propio, original y con valor comercial que enamore al mercado nacional e internacional. Basta de hacer zapatos burdos para vender en el centro de las grandes ciudades. Dejen de copiar modelos que funcionen para las marcas internacionales. Valoren la calidad y la estética por igual. Sólo miren los pies de las jóvenes y descubran que lo que han estado haciendo por años no está de moda y no es en absoluo competitivo.
Mis felicitaciones a los ganadores. Mi doble reconocimiento a los estudiantes que fueron distinguidos con un galardón. Pero no se duerman en sus laureles. Ustedes nos dieron una lección importante: la excelencia tiene que ver con la auto-exigencia. Lo que nos lleva a pensar en Fusoni y su gran trabajo en Creáre. Me quito el sombrero, Anna, espero que este concurso guarde grandes satisfacciones para ti y las personas que te han apoyado con esta gran iniciativa.
1 comentario:
hola Lucy, también anduve por allá en el evento, me parece una genial plataforma para impulsar el talento e impulsarlo al nivel empresarial, como evento y eventual participante, creo que en la mayoría nos perdimos un poco de las bases del concurso ya que o nos cargábamos hacía el lado de la inspiración o hacía el lado del tipo de ropa, difícilmente y pocos fueron los que manejaron el sano punto medio.
Saludos, gran fan de su blog y me arrepiento de no haber pedido una foto con usted, nuevamente, saludos
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