Si antes no se mezclaban el azul con el negro y ahora, juntos, se han convertido en la combinación más chic. O era impensable traer unos aretes sin el juego de collar, anillo y pulsera. Bueno, pues, las cosas han cambiado tanto que todas las reglas han sido rotas una y otra vez.
De hecho, habría que decir que llevar los accesorios coordinados es tan viejo y anticuado como escribir cartas en papel y mandarlas por correo postal. Nada de ponerse ropa de una sola marca y menos aún traer todas las prendas en los mismos colores o estampados.
Ahora se trata de hacer combinaciones sin sentido. Mientras más aventuradas y audaces, mejor. Brillos con opacos, rayas con flores, largos en el día, shorts de noche; prendas con gran volumen y otras muy ceñidas. Calcetines en tonos brillantes con un traje oscuro de ejecutivo. Aretes de brillantes para ir a trabajar.
Pero, ¿qué se necesita para aprender las nuevas reglas de la moda? Uno: olvidarse de que algún día existieron reglas. Dos: eliminar la pésima costumbre de comprar todo en el mismo almacén. Tres: darle prioridad a esa sensación de sentirte fiel a tu propia personalidad a través de tu elección de prendas y accesorios. Cuatro: perder la cordura, la timidez y las buenas costumbres que te enseñó tu madre. Cinco: divertirse al vestir.
Todo se puede.