11/26/2010

Vestir de negro



Sí, ya sabemos que es elegante, adelgaza y suele verse tan neutro que puede usarse con frecuencia sin causar suspicacias. Pero hay más colores en el arco iris.

Al igual que muchas personas, yo amo el negro. Mi guardarropa está plagado de este tono y cuando no tengo tiempo o imaginación para vestirme, es mi mejor opción. Pero ahí está el problema: que se ha convertido en el recurso de los flojos y aburridos.

Cuando me mudé a vivir a Nueva York, encajaba perfectamente en la ciudad. Caminaba rápido, siempre fui directa al hablar y vestía de negro un día sí y el otro también. Pero en un momento dado descubrí que usaba el uniforme oficial de Manhattan. Ahí todo el mundo parece estar de luto.

El contraste se me hizo evidente cuando entraba en las oficinas de People en Español y descubría que mis colegas lucían coloridos atuendos. Las mujeres incluso se arriesgaban a ser calificadas como “las típicas latinas” al usar vestidos estampados con alegres tonos. Pero al entrar a una oficina comandada por norteamericanos el paisaje se oscurecía y no había mayor diferencia entre una persona y otra ni en sus rangos, hablando de ropa, desde luego.

Una semana de la moda, mi amiga Gwen Marder, coordinadora y compradora de moda en esa metrópoli, afirmó que el nuevo negro era el café. La mire sorprendida. Obviamente ella viste siempre un impecable combinación de prendas negras como la noche. Así que la confronté: “Después de decir eso, no te queda más que salir y comprarte algo marrón”. A lo que ella respondió categórica: “Eso es para el resto del mundo, Lucy, estamos en Nueva York.”

Será porque viví ocho años rodeada del negro o porque de verdad el rojo se ha convertido en mi mejor aliado, pero yo no puedo ni quiero vivir siempre en la comodidad y anonimato del negro. ¿De qué color sueles vestirte tú?

¿Quién es Ignazio?





Había escuchado hablar de él, ¿quién no? Se le conoce bien en el medio de la moda, pero también es mencionado constantemente por su trabajo con mujeres reales que ponen en sus manos expertas su imagen, para que Ignazio les cambie el look.  Sin embargo, yo no había coincidido con él, hasta esa tarde de domingo cuando amablemente aceptó trabajar conmigo para un proyecto que en breve les contaré… 

Recomendado por uno de mis fotógrafos de moda favoritos, Iván Aguirre, no me sorprendió constatar que se trataba no sólo de alguien muy profesional, sino de un hombre sencillo y amigable.

Su trayectoria como estilista abarca casi dos décadas, en las cuales ha colaborado con casas de belleza internacional como L’ Oréal y en innumerables eventos especializados en el ramo capilar.

París es una gran inspiración para él, pero Inglaterra ha marcado a este experto del cabello. “ Las técnicas de corte son superexactas en la escuela de Vidal Sassoon”, dice el dueño del flamante salón con su nombre, cuando se refiere a su escuela. “Por eso, para alto peinado me voy con la técnica francesa, pero cuando se trata de corte de pelo o color, me inclino por los ingleses.”

Ignazio considera el corte de cabello su fuerte como profesional. Pero éste no se reduce a la habilidad que le caracteriza con las tijeras, pues da una asesoría completa a su clientela. “Empiezo con sugerirles un corte que le vaya bien a su rostro y estilo de vida”, comenta el peluquero. “Pero es importante, también, enseñarles la manera ideal de peinarse y cuidarse el cabello.”

La moda es otra pasión de este estilista mexicano. Constantemente trabaja en sesiones de fotografías para revistas, desfiles de moda y produce sus proyectos personales. De hecho, maneja una agencia de profesionales de la belleza para realizar diversas actividades en el ámbito editorial, comercial y del diseño de moda.

Yo tengo que decir que quedé sumamente impresionada con su habilidad y su disposición. Ya lo decía mi jefe en Nueva York, mi querido Angelo Figueroa, la combinación perfecta es talento y buena actitud. Ignazio definitivamente lo tiene ambas cosas.

Ignazio Hair Studio
Prado Sur 146. Lomas de Chapultepec
México D.F., C.P. 1100
Tel: 5520-5000 y 5520-5771
Fax: 5202-53-46
http://www.guiadebelleza.com.mx/portal/?c=148&a=1172

11/21/2010

Ecología de clóset







Sí, ¡tu clóset! Puedes hacer una labor ecológica ahí. ¿Cómo? Empieza por limpiarlo. Separa lo que ya no vas a usar más para regalarlo a tus amigas, personas conocidas u organizaciones de beneficencia.  Te sorprenderás de lo mucho que otros apreciarán lo que tú ya no quieres más. Organiza una reunión para que tus amigos y tú intercambien prendas o para que se organicen en comités para donarlas.

Algunas prendas en tu guardarropa te darán la sensación de que ya no funcionan tal como son, pero siempre existe la posibilidad de que las modifiques. Puedes intervenir tus camisetas, pantalones, blusas o suéteres, ponerles pedrería, modificar su corte o teñirlos de otro color.

La ropa vieja tiene un encanto particular, es cómoda, suave y, si nadie nos va a venir a visitar, puede ser el atuendo perfecto para estar en casa descansando o resolviendo algunos pendientes ahí. ¿Quién dice que no puedes ponerte ese suéter con huequitos para ver la tele? No te recomendamos que salgas a la calle con él, pero disfrutarlo en la privacidad de tu hogar puede resultar fabuloso.
http://negociosempresa.com/mas-reciclaje-sueteres-en-bufandas.html


11/15/2010

LaBeauty: AEF Multivitamina Volumizzante Seno


No cabe duda de que hay uso para todas las cosas. Lo que para algunos es basura desechable, para otros es un tesoro. Así imagino que sucedió con el descubrimiento de un bioextracto purificado de gardenia asiática que favorece la acumulación de los lípidos en las células adiposas, aumentando su tamaño. Nadie quiere incrementar sus medidas, ¿cierto? ¡Falso!

Para las mujeres delgadas, las que han adelgazado mucho y en el camino perdieron volumen en donde lo necesitaban, igual que las mamás que amamantaron o que ya están cerca de la menopausia, para todas ellas es una excelente idea tener algo que aumente su busto.

Varios productos para tal propósito fueron lanzados en el mercado este año. Entre ellos el Cell-Plus Up de Bios Line y el AEF Multivitamina Volumizzante Seno de Pupa Milano. Este último llegó a mi manos y con mucho escepticismo decidí probarlo.

La textura de la crema, con un aroma casi imperceptible, es muy agradable al tacto. La instrucciones marcan que hay que usar la crema por ocho semanas seguidas, de día y de noche, dando un masaje circular alrededor del pezón (que no debe tocar la fórmula). Al cumplir ese lapso de tiempo, debe esperarse una mayor firmeza, una piel hidratada y fortalecida así como una talla extra en los senos.

Supongo que para las mujeres que tienen más grasa en esa zona, será mucho más evidente el cambio propiciado por el Volumizzante Seno. Para mí, las primeras semanas pasaron inadvertidas. Sin embargo, continúe con el tratamiento porque me gustaba su textura (y me servía para hacerme un tacto todos los días). Como a las tres semanas, dejé de ponerme la crema por la noche, por falta de costumbre. Aún así, hoy que estoy utilizando los residuos del frasco puedo darle una buena reseña al producto.

Mis senos de perfil no tienen diferencia aparente. Sin embargo, al verlos de frente si se notan más llenos y lustrosos. Al tacto también se han fortalecido. Definitivamente volvería a comprar esta crema y la recomiendo. Ahora toca seguir la etapa de mantenimiento, que consiste en usar una vez al día. No se especifica el tiempo en que hay que seguirla consumiendo. Pero si es para verme así, puede que valga la pena incluir este producto en mi canasta básica.


11/14/2010

Dress code



El código para vestir fue inventado para facilitar la vida de los invitados, evitar vergüenzas y asegurarse de que nadie llegaría enfundado en pants a una cena de gala. Pero ahora la novedad consiste en confundirnos a todos o, peor aún, uniformarnos.

He recibido invitaciones con las más extrañas peticiones sobre la manera como hay que vestir. Sí, está de moda ser creativo en la especificación de los atuendos. Se me ha requerido ir de rosa (cosa que se esperaba de hombres y mujeres), inspirarme en los 70 o asistir vestida muy fashion. Mucha gente ha venido a preguntarme qué significa el dress code casual chic, por ejemplo. Todo el mundo está tratando de seguir la instrucción, de no desentonar o parecer un ignorante con las reglas impuestas por los anfitriones. Mientras tanto yo me pregunto: ¿qué pasó con la individualidad?

Es buena idea que se te aclare que debes ir casual, formal o de gala a un evento. Pero, ¿por qué decirte de qué color vestir? Es más, ¿qué necesidad hay de querer a toda la fiesta luciendo el mismo tono de ropa? ¿Se trata de una manera de someter a los invitados a los caprichos del anfitrión? O quizá se pretende que uno se vuelva parte de la decoración junto con las flores y los manteles.

Yo me niego a seguir esas imposiciones, no sólo porque el rosa no me gusta, sino porque creo que lo más maravilloso de la moda, es que nos distingue como seres individuales. No obstante, estoy siempre atenta a la aclaración sobre la formalidad de la fiesta, porque si acepto asistir, me encuentro también dispuesta a halagar a mi anfitrión con mi atuendo.

Lo que no tiene justificación es cuando la invitación especifica un código para vestir y el anfitrión es el primero en romper las reglas. El mes pasado fui a una fiesta que pedía que todos nos presentáramos vestidos de etiqueta. Ignoro si la persona que redactó la participación sabía de lo que hablaba y los que la aprobaron realmente estaban de acuerdo. El caso es que algunos hombres se presentaron de smoking y unas cuantas mujeres también cumplieron vistiendo de largo. Desgraciadamente, un solo anfitrión llevaba smoking, mientras que entre las que recibían si hubo uno que otro vestido largo. No quiero pensar en lo que habrá sentido ese ejecutivo que tomó el tiempo para cambiar su traje por un smoking o esa mujer que mudó su sastre por un vestido de gala, para llegar a ver a los que los invitaron, exactamente como se fueron a la oficina.

El arte de invitar, entonces, va más allá de hacerse el creativo. El código de vestimenta debe ser congruente con el tipo de fiesta (concepto, comida, servicio, show y atuendos de los anfitriones). Si te invitan a un coctel casual, se espera que haya bebidas y bocadillos en un escenario chic. En cambio, si se te pide por escrito una etiqueta rigurosa, es lógico que esperes champagne, salmón y un buen entretenimiento.

Mi opinión es que debe conservarse la división entre casual, casual chic, formal y etiqueta rigurosa. Pero el color, la silueta, la inspiración o el concepto de la ropa que lleve el invitado, debe dejarse en total libertad, con la excepción de una fiesta de disfraces, desde luego, porque ahí el tema es lo importante.

Si la invitación no llega por escrito, es probable que tampoco se mencione un código de vestimenta. Se vale preguntarle al anfitrión sobre el tipo de evento y ropa que debes llevar. Sin embargo, cuando llega un sobre y la participación te da un código, vas a tener que confiar en la siguiente lógica:

Casual: los invitados pueden ir al evento relajados y cómodos. Aunque eso no significa que lleguen con ropa para hacer deportes, por favor.
Casual chic: generalmente requerido para las personas que vienen de la oficina. Las mujeres pueden ir de pantalones o falda con una linda blusa así como con un vestido. Los hombres de pantalones de vestir y camisa o caquis. Si llevas jeans, más vale que te veas chic o pasarás por un desatento(a) con tu anfitrión. A los caballeros los salva una chaqueta combinada con jeans, porque hace que su imagen menos desaliñada.
Formal: hombre de traje con corbata (aunque Obama ha impuesto un nueva manera de ser formal sin ella). Las mujeres con un blusa elegante coordinada con falda o pantalón o un vestido de coctel (con brillos o mate, dependiendo del evento).
Etiqueta rigurosa: mujeres de largo y hombres de smoking. 

11/09/2010

Zapatos naranja



No tengo prejuicios con respecto al color del calzado, hasta que me encuentro con un hombre que, en su afán de verse elegante, lleva un traje negro, café o marino con unos zapatos naranja. Si le preguntáramos a este sujeto la razón por la que eligió su calzado de tono estridente, seguro diría que se trata de un color neutro.

Nada más equivocado. Los zapatos marrón son perfectos para coordinar con un pantalón de vestir café o marino, porque se difuminan en la imagen y no cobran protagonismo. Los pantalones negros y grises deben de acompañarse por calzado negro. Incluso el pantalón marino puede ir con zapatos negros. Pero el calzado en tono caramelo o miel, no sólo luce ordinario, sino que se destaca demasiado por el contraste que ocasiona.

Gran parte de la elegancia consiste en la discreción del atuendo. Por ello, siempre será más formal un traje de un solo color. Pero los accesorios como el cinturón y el calzado no deben tampoco disparar en tono. De hecho, mientras más se acerque al de la ropa, tanto mejor.

Hoy estuve con dos hombres luciendo esos zapatos naranja y les juro que hubiera preferido verlos parados en un par de zanahorias. Cuando menos eso hubiera marcado algo de estilo y de humor.  

11/07/2010

Compras responsables



Es imposible hacernos tontos, las cosas han cambiado en el planeta y no debemos seguir como si nada sucediera. Los hábitos que hasta la fecha habían estado dominando nuestro consumo de prendas, también deben variar.

Como nunca antes, nosotros los consumidores tenemos la sartén por el mango. No sólo decidimos la moda que queremos adoptar, sino que podemos demandar productos cuya manufactura no dañe a la Tierra, con una elaboración no contaminante.

Ahora, cuando salgas de compras, elige las marcas que cumplen con todos esos requerimientos. Pregunta por los procesos implicados en la confección de las prendas y cuestiónate si es factible que en ese comercio los trabajadores hayan sido remunerados justamente. Prefiere los diseños exclusivos o incluso el trabajo de sastres y modistas, en lugar de comprar marcas masivas. Ah, y no hay que aceptar más envolturas con muchos pliegos de papel de China, porque ello implica la tala masiva de árboles, o recibir bolsas plásticas que duran varias décadas en integrarse, de nuevo, al medio ambiente.

En nosotros está el futuro del mercado. Si vamos a pagar, tenemos el derecho, y yo diría que también la obligación, de exigir que las cosas se hagan bien y que nos ayuden a gozar de nuestro hermoso planeta.

11/02/2010

El tema del desfile



Algunas veces me pregunto si la elección del tema del desfile trabaja en contra del diseñador. El justo medio entre elegir una inspiración adecuada y su traducción en la pasarela, ha probado ser más difícil de lo que parece.

No es gratuito que diseñadores de la talla de Gautier o Lagerfeld se inclinen por temas más amplios y fáciles de transformar en prendas: China fue recientemente un país que el diseñador de Chanel adoptó para la pasarela y México lo fue para el famoso francés. Ambas colecciones resultaron exquisitas y enriquecedoras. Pero, ¿qué pasaría si en lugar de una cultura vasta, el creador de una colección seleccionara un tema más limitado? Digamos, por poner un ejemplo, el circo. ¿Eso debe suponer que el diseñador haga melenas para algunos modelos y otros tengan que desfilar armados con látigos y sillas, por la pasarela, a manera de domadores? No lo creo. Se pueden utilizar ciertos recursos teatrales para traducir el concepto en la pasarela y que los espectadores queden claros sobre el concepto. Sin embargo, la ropa debe seguir siendo una expresión de moda. Sí, de MODA, algo que algunos creadores, en su afán por desarrollar su inspiración, olvidan.

Pregúntate si te comprarías un vestido con holanes en cuello y mangas, bolas a contraste en el talle y un moño de cuadritos en la garganta. Tal vez vestir de payaso sea realmente ridículo. ¿Qué me dices de un traje de elefante o de perrito bailarín?

Hay que distinguir que un tema no debe hacer de la ropa disfraces. Sin duda hay artistas que pueden traducir un concepto y llevarlo hasta la expresión máxima de la moda. Pero la mayor parte de los diseñadores, optan por una inspiración que pueda resultar armoniosa y comercial, a la hora de integrarla en su colección. De no ser así, suena como que están cometiendo un acto realmente homicida contra su marca y suicida para su prestigio como diseñador.